Entonces llegaste vos,con tus aires de señor, y sin pedirme permiso,me robaste el corazón. Busqué un solo rincón,y me invadí con tu olor, me tocaste y ya sabías,que en tus redes yo caía. No te importa,que me muera de dolor, que te mire y sienta que hoy sos,el hombre de mi vida. No te importa,y ya no lo niegues más,vos no me podés cuidar,nadie cura mis heridas, nadie más. Nadie más.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario