miércoles, 1 de julio de 2009

  • A veces da julepe abrir los ojos, porque por ahí los abrís y ves todo patas para arriba.
  • Y eso es lo que en verdad da miedo, los cambios.
  • Como un chico que juega a las escondidas tapándose los ojitos, creyendo que así no lo ven, uno a veces cierra los ojos como si así fueran a desaparecer los problemas.
  • Como si muerto el cartero, fueran a desaparecer las cartas fuleras.
  • Uno se hace el perro que tumbó la olla, como si el dolor que siente no existiera.
  • Uno detesta y ama a esa persona o a ese espejo que te canta las cuarenta.
  • Uno detesta y ama a quien abre tus ojos.
  • Abrir los ojos tiene gusto a membrillo con queso: es agridulce.
  • Por un lado, como que se pierde la magia, pero por el otro... se sale del engaño.
  • A veces lo que tenemos que ver es tan horrible, que preferimos hacer la vista gorda y cerrar la tranquera, y vivir en una cajita de cristal.
  • Y otras veces la burbuja se pincha, y no queda otra que abrir los ojos y mirar lo que no queremos ver.
  • El corazón se nos estruja y nos quedamos sin aire, ahogados.
  • Duele abrir los ojos.
  • Es como salir de la oscuridad, que la luz te enceguece.
  • Ojos que no ven, corazón que no siente.
  • Mejor mirar para otro lado, dicen.
  • Meter la cabeza en la tierra como hace el avestruz.
  • Pero para que algo cambie hay que romper la burbuja, hay que salir de la cajita de cristal.
  • Abrir los ojos y animarse a ver, aunque lo que haya para ver nos estruje el corazón.

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